La multinacional de consultoría alemana GFT, especializada en el sector financiero, se abre a otras industrias para extender su iniciativa GreenCoding y mejorar el respeto por el medioambiente.

La iniciativa GreenCoding permite diseñar, programar y ejecutar el software de forma mucho más respetuosa con el medioambiente y ayudar a conseguir el objetivo que muchas empresas se están marcando: la sostenibilidad medioambiental y las cero emisiones de carbono.

Se trata de una iniciativa que partió desde los propios empleados de GFT y que se desarrolló desde la propia empresa para aplicarla internamente.
En la actualidad, la quiere ofrecer como un servicio adicional a sus clientes. No se trata, pues, de un producto en sí mismo, sino de una serie de buenas prácticas durante los procesos de diseño, desarrollo y ejecución del software para que se reduzca el consumo energético tanto a nivel de centro de datos como de usuario final.
Además, otra consecuencia directa de la aplicación de esta metodología es el ahorro de costes a nivel energético.

Los tres de los principios en los que se basa GreenCoding son:

  • Apagar los procesos de los programas durante los momentos de inactividad del software de la misma forma que se apagan las luces cuando nadie las utiliza. Parar la ejecución del software de forma modular es posible y permite reducir el consumo energético.
  • Evitar el consumo impulsivo a través de un análisis del procesamiento del software por horas o por días en función de las necesidades de cada aplicativo.
  • Centrar la inversión de tiempo y energía a través del análisis exhaustivo de todo el ciclo de vida del software, desde su creación, al uso, mantenimiento y eliminación.

Para lograr sus objetivos y acelerar la implantación, la consultora lo está desarrollando desde tres frentes:

  • A nivel interno en sus equipos de desarrollo.
  • Externamente a través de una nueva oferta para los clientes puedan adoptar buenas prácticas en todo el ciclo de vida del software que desarrollan.
  • Y colaborando con distintas universidades para que esta metodología se aplique desde el principio, es decir, en el momento en que los estudiantes comienzan a adquirir conocimientos en materia de arquitectura de sistemas, desarrollo, testing, diseño de interfaces gráficas y gestión del software.

El objetivo final es contener el creciente consumo energético generado por el sector TIC, que actualmente representa entre un 5% y un 9% de toda la demanda mundial de electricidad, porcentajes que crecen cada año debido al uso exponencial de la tecnología.

Vía: Silicon.es