Hoy en día es difícil imaginar acometer la transformación digital en cualquier empresa sin tecnología en la nube. Las necesidades de negocio requieren agilidad y un gobierno centralizado, ninguno de las cuales los puede proporcionar al 100% una infraestructura de TI local. La respuesta más eficiente es utilizar el Cloud Computing para agilizar los procesos y contar con las ventajas de una infraestructura local y descentralizada simultáneamente.
En un momento en el que cada vez mayor número de empleados están fuera de las oficinas, bien por el crecimiento del teletrabajo o bien porque estén desplazados, la nube facilita que ástos trabajen desde cualquier lugar y garantiza que puedan hacerlo de forma segura. La nube también reduce los costes en tecnología y brinda a los gestores de TI más visibilidad de sus sistemas y su gestión.
Podemos encontrar cuatro principales razones por las cuales la nube permite una evolución adecuada:
1.- La nube facilita el trabajo distribuido
Esto significa que permite permite a los equipos trabajar en cualquier lugar con conexión a Internet, facilitando una mayor colaboración y fluidez para los equipos, independiente que estén en casa, en una oficina o en movimiento.
Según una encuesta de la consultora Gartner es probable que alrededor del 48% de los empleados trabajen de manera remota al menos parte del tiempo después de la pandemia. Esto facilita por un lado factores sociales de conciliación y por otro la contratación de talento en forma de trabajadores externos para necesidades puntuales sin requerir una presencia física en las instalaciones.
2.- La nube garantiza que los equipos puedan seguir trabajando juntos independientemente de su ubicación.
Según un informe de RapidScale, el 94% de las empresas percibieron una mayor seguridad cuando trasladaron procesos a la nube. Es una hecho que a la hora de actualizaciones locales de seguridad, la nube aporta una mayor rapidez y una mayor flexibilidad que las soluciones locales.
La nube permite a las empresas implementar actualizaciones de seguridad en tiempo real, sin un gran esfuerzo por parte de sus departamentos de TI. Estas actualizaciones en tiempo real garantizan que los datos del equipo estén siempre protegidos contra las últimas amenazas cibernéticas conocidas.
También a la hora de la protección de datos aporta una mayor seguridad, permitiendo, en caso de desastre (incendio o catástrofe natural, como la tormenta Filomena, donde hubo empresas que sufrieron graves destrozos en sus instalaciones), recuperar todos los datos de la última copia de seguridad en horas e incluso minutos.
3.- Centralización de la administración y la gestión.
Una integración de los sistemas en un entorno Cloud permite unba visión 360º ágil y rápida, ya que todos los sistemas son compatibles y están integrados entre sí, al compartir tecnología común.
El uso y los datos son visibles de forma centralizada a través de un centro de administrador único para todas las aplicaciones. Esto le da a la organización la flexibilidad de configurar fácilmente los usuarios de una manera que satisfaga las necesidades, ya sea por geografía, línea de negocio o permisos de seguridad.
4.- Reducción del gasto en tecnología.
Los sistemas en la nube correctamente implementados, suponen un enorme potencial de ahorro de costes y un aumento de la productividad de los equipos.
La eficiencia de la nube elimina la necesidad de que los equipos técnicos compren e instalen hardware. Una vez que se utiliza una solución basada en la nube, los usuarios obtienen acceso instantáneo a las actualizaciones del producto incluidas las correcciones de errores y seguridad y las nuevas funciones. Esto puede suponer hasta un 50% en ahorro de costes en hardware, licencias y servicios internos de IT.
Asimismo, la toma de decisiones es más rápida, al contar con un acceso a los datos críticos mucho más global, permitiendo desde el lanzamiento de nuevos productos en un menor tiempo hasta la toma de decisiones comerciales o de marketing con datos en tiempo real.